Para la CNT, sindicato al que pertenece el trabajador afectado, esta sentencia merece dos consideraciones: en primer lugar, respecto a casos anteriores similares que también ha ganado este sindicato, esta sentencia aporta una reflexión novedosa, y es que en su fundamento de derecho segundo, se dice que la plaza del demandante no puede ser eventual porque hay una necesidad estructural: “Así, sobre una plantilla de 5, y habiendo disminuido e incluso desaparecido los titulares de las plazas, (...) resulta que la cobertura estable ha sido prácticamente la misma”. Esto es importante porque pone al descubierto una realidad: que el SALUD, tanto con el anterior gobierno del PP como con el actual del PSOE, y al igual que otras muchas Administraciones públicas, viene aplicando la política silenciosa de sustituir personal funcionario que se jubila por personal eventual, precarizando con ello tanto las condiciones laborales de la plantilla como la calidad del servicio que se presta a las personas usuarias, y abriendo la puerta a eventuales privatizaciones de manera encubierta. En segundo lugar, este caso denota una vez más la absoluta falta de voluntad del actual gobierno del PSOE, así como de los sindicatos de la mesa sectorial (fundamentalmente CCOO) en resolver esta situación de fraude en la contratación, y ello a pesar de las constantes condenas recibidas y de que la situación afecta a miles de trabajadoras y trabajadores del SALUD.
Por ello, desde la CNT se seguirá demandando al SALUD ante estos abusos en la temporalidad de su plantilla, que llega a extremos como el mencionado, de concatenación de trece nombramientos en sólo cuatro años, que serían difíciles de imaginar incluso en la empresa privada. Asimismo, el sindicato reivindica que esos miles de puestos de trabajo ilícitamente temporales se conviertan de inmediato en interinos y vayan saliendo a oposición, de manera que se respete la legalidad vigente. Por último, la CNT llama a la plantilla del SALUD a organizarse en este sindicato y seguir con las acciones de lucha, pues resulta patente que ni a políticos de uno u otro color ni a los sindicatos de la mesa sectorial les interesa arreglar un problema que ellos mismos crearon.