Más de 53.000 personas mayores de 80 años viven solas en Aragón. De ellas, las mujeres representan casi el 70%. Unos datos que reflejan una realidad a la que hay que hacer frente, y en la que se lleva ya tiempo trabajando para favorecer medidas sociales que involucran tanto a instituciones como a voluntarios y entidades con el reto común de atender a este colectivo al llegar a la vejez.
Con este objetivo, el Justicia de Aragón organizó el pasado martes día 22 de octubre en el palacio de la Aljafería de Zaragoza una jornada que dio voz a todos los agentes implicados en torno a un tema común: cómo abordar la atención a los mayores en soledad no elegida. Esta iniciativa tuvo lugar tras la comparecencia el día anterior del Justicia, Ángel Dolado, ante la Comisión Institucional y de Desarrollo Estatutario, para presentar el estudio en cuya elaboración han colaborado durante el último año 38 entidades, y que apuesta por una Ley integral del mayor, respetando su "autonomía personal". Dolado puso de manifiesto que este informe recoge las "soluciones" tras un exhaustivo análisis, entre las que se encuentran, dijo, "una mejor coordinación entre la atención primaria de médicos de familia y los trabajadores sociales de barrio o pueblo y también con los farmacéuticos".
Entre las cincuenta propuestas recogidas en el documento, destacó la necesidad de abordar la "coordinación administrativa". Un aspecto en el que coincidieron los representantes institucionales que participaron en la primera de las mesas redondas organizadas durante la jornada.
Programa piloto de redes de vecindad
El Gobierno de Aragón, a través de la Cruz Roja, lanzó este verano un programa piloto en tres comarcas zaragozanas para impulsar redes de vecindad y voluntariado como apoyo a las personas mayores que viven solas. La idea es que esta experiencia se extienda también a Huesca y Teruel.
Joaquín Santos, director del Instituto Aragonés de Servicios Sociales, adelantó ayer durante su intervención en las jornadas organizadas en la Aljafería que "gracias al voluntariado" se están poniendo en marcha estas "redes de apoyo" que, al mismo tiempo, buscan "testigos" que puedan avisar cuando detecten, por ejemplo, alguna situación fuera de lo normal. De hecho, según resumió Santos, "pueden ser situaciones cotidianas, como que el panadero observe que una persona que acude a comprar todos los días desaparece sin dar explicaciones". El trámite que habría que adoptar en ese momento sería "notificar el caso a servicios sociales o al centro de salud para poder atender una situación".
Miguel Ángel Morel, asesor técnico del Instituto Aragonés de Servicios Sociales, puso de manifiesto que el programa se puso en marcha el pasado mes de junio en tres comarcas: Tarazona y el Moncayo, Valdejalón y Comunidad de Calatayud. Consiste en la "creación de redes, sensibilización y apoyo a través de voluntariado de cara a la atención a las personas mayores solas". Todo esto –dijo– es un soporte a los servicios comunitarios. "Se adhirieron las comarcas y los municipios y "se decidió empezar por tres comarcas de Zaragoza, para luego extenderlo a las otras provincias". El IASS pretende valorar los resultados para seguir impulsando el programa de cara al año que viene.
El principio que busca es el de crear unas redes de vecindad, que permitan cuidar los vínculos más próximos y cercanos. El convenio con Cruz Roja aglutina los recursos sociales comarcales encaminados a la detección y sensibilización de la población para afrontar el problema de la soledad.
Fuente: www.heraldo.es
Fotografía: www.airedesantafe.com.ar