La factura que soportan las familias aragonesas se ha incrementado en 153 millones en una década en esos dos sectores.
El coste privado de la enseñanza de infantil y primaria supera ya al de la formación superior.
Los hogares gastan en productos farmacéuticos 56,6 millones más cada año, con una cuenta que ya supera los 120.
Los aragoneses siguen sufriendo en sus bolsillos los recortes del Estado del bienestar de la última década: la factura de los hogares en educación está cerca de duplicarse, al pasar de 124,9 a 222,7 al año, mientras la de la sanidad se ha disparado en casi 60, de 496,5 a 552,5. Suman, entre los dos, un encarecimiento de 153,8.
Este incremento del gasto privado en dos de los servicios que constituyen los pilares del Estado del Bienestar se ha producido pese a los esfuerzos que la comunidad autónoma ha hecho en los últimos años para tratar de revertir los ajustes económicos del periodo 2009-2015.
El gasto real del Gobierno de Aragón en sanidad fue ya en 2017 “ligeramente superior” al de 2011, con un montante de 1.901 millones de euros, según una respuesta parlamentaria del consejero del ramo, Joaquín Olona.
Primaria e Infantil, más caras que la superior
La Encuesta de Presupuestos Familiares del INE (Instituto Nacional de Estadística) revela cómo entre 2006 y 2016 el mayor incremento del gasto de las familias en educación se ha dado en las fases de primaria y de infantil, que se llevan la mitad del encarecimiento con un aumento de 48,9 millones de euros anuales (de 31,2 a 80,1).
El encarecimiento de esta parte de la factura educativa ha sido constante a lo largo de ese periodo, con dos pequeñas reducciones en 2011 y 2014.
La evolución en la enseñanza secundaria mantuvo una tendencia similar, ya que llegó a duplicarse con creces al pasar de los 21,2 millones de euros de 2006 a los 49,5 de 2016. La brecha llegó a alcanzar los 32,5 en 2015, cuando la factura de las familias alcanzó los 53,7 millones.
También estuvo cerca de duplicarse el coste de la enseñanza superior (universidad y FP de segundo grado, básicamente) que soportan los hogares aragoneses, que pasó de 56 a 108,8 millones de euros entre 2006 y 2013 antes de reducirse en 42,7 en los dos años siguientes y repuntar en el último para alcanzar los 72,5.
La factura de la formación superior fue la más costosa para las familias hasta 2015, cuando se vio superada por la de infantil y primaria.
Por último, también el coste privado de la formación no reglada llegó a duplicarse de paso al crecer desde los 9,7 a los 20,5 millones.
Los efectos del ‘medicamentazo’ y los copagos
En el caso de la sanidad resultan patentes los efectos de medidas tomadas hace unos años como el ‘medicamentazo’ o la ampliación del copago para acceder a determinados fármacos, que han disparado el gasto de las familias, con una especial incidencia en las de rentas bajas y las de pensionistas, por sus menores ingresos.
La Encuesta de Presupuestos Familiares señala cómo el gasto de los hogares aragoneses en productos farmacéuticos estuvo cerca de duplicarse al crecer de 66,8 a 123,4 millones de euros anuales, mientras el coste de “otros productos médicos”, entre los que se incluyen, por ejemplo, las prótesis, pasaban de 5,3 a 12,7.
No obstante, en este último caso el descenso fue prácticamente constante entre 2006 y 2013, aunque estuvo cerca de cuadruplicarse en los tres siguientes, ya que el dato más bajo fue de 3,4.
Por el contrario, se han reducido las facturas de los servicios médicos, que han caído de 169,2 a 58,9, aunque con dientes de sierra.
Por último, se ha disparado la facturación de los dentistas (de 68,5 a 122,8 millones anuales) y la de los servicios paramédicos está cerca de cuadruplicarse (de 13,4 a 48,4).
Fuente: www.eldiario.es
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