martes, 28 de febrero de 2017

Carta al Consejero de Sanidad de Aragón Sebastián Celaya

Reproducimos el texto escrito por Delia Gil, autora de la serie de artículos sobre el mobbing en la sanidad aragonesa.

¡VÁYASE Sr. Celaya!

Yo le diré por qué.

En primer lugar le recuerdo que nadie le ha votado, usted sólo es un contratado de Lambán y ni los trabajadores, ni los pacientes, le queremos.

Un Consejero de Sanidad ha de ser honrado y parecerlo y usted ni lo es ni lo parece. Usted fue Gerente, en sus inicios, de esa gran estafa que fue el CASAR; un asunto muy turbio.

Un consorcio que fue exclusivamente creado para propiciar el paso de la sanidad pública a la privada y así favorecer a los de su banda. Una estafa que acabó con más de 15 millones de euros de pérdidas, de las que se tuvo que hacer cargo la sanidad pública que usted y sus compinches querían destruir.

Un consorcio cuyos pagos eran costeados por la sanidad pública y cuyos beneficios iban para sus amigos de la privada. Chanchullo compartido con su amiga la entonces Consejera Noeno.

Gracias a sus tejemanejes usted creó centros de trabajo con un ambiente de mierda; inmensamente hostiles para los trabajadores. Creó nidos de cuervos.

Echó de ellos, con sus malas artes, a especialistas que trabajaban desde hacía tiempo en los centros públicos para imponer, por todo el morro, a gente contratada que acabarían siendo fijos sin pasar ninguna oposición. Provocó rencillas y el ambiente hostil todavía continúa. Creó nidos de cuervos.

En esos centros, la paz y la tranquilidad, tan necesarias para tratar con gente enferma, brillaba por su ausencia gracias al acoso y malestar que reinaba en ellos. Acoso provocado por usted y todos los amigos de su banda. Creó nidos de cuervos.

Usted no tiene ni idea de lo que significa trabajar por la salud y bienestar de la gente; no tiene ni idea, ni le importa. Es un trepa al que sólo le preocupan sus intereses particulares. Eso sí, un gran trepa y un gran idiota.

Veo que no es usted muy de exámenes; no ha hecho el MIR y sus plazas de trabajo se las han regalado siempre sus amigos de la banda. Será por eso que desprecia a los que nos hemos ganado la plaza por oposición. Será por eso que regaló, a destajo, puestos de trabajo en el CASAR y será por eso que se ha dedicado, con toda su energía, a acosar y hostigar a los que nos hemos ganado la plaza con el sudor de nuestra frente.

A usted le importa un comino que la gente trabaje bien o no, lo único que cuentan son sus chanchulleos y mandongueos. Lo que vale es su prepotencia y desconsideración con la gente. Los trabajadores somos robots a su servicio y no al de los pacientes; meros peones que mover a patadas y a su capricho.

Empezó muy joven a saltar de flor en flor: primero fue subdirector del área quirúrgica del Clínico y a la vez coordinador de la Unidad de Nutrición Cínica y Dietética del Clínico.

Pero, ¿se puede saber qué idea tiene usted de nutrición? Está claro que ni la tiene, ni le importa, ni lo necesita; con sus amigos de la banda, le basta y le sobra.

Después Director Gerente del Clinico. Posteriormente Gerente del Sector Zaragoza III. Después Gerente del CASAR. A continuación le rebajaron a Jefe de Sección. Y por último, Lambán le encumbró a Consejero.

Es evidente que no ha perdido usted el tiempo trabajando. Pronto empezó con el politiqueo.

Díganos Sr. Consejero: ¿cómo puede ocuparse de la salud de la gente si lo único que sabe hacer bien es acosar y conseguir que enfermen los trabajadores?

Está visto que la salud del populacho ni le interesa ni le preocupa, porque es usted una persona que no razona, ni reflexiona; no siente, ni padece y no tiene empatía por la gente. En definitiva es un idiota moral.

Pero los pacientes necesitan, para curarse, sentir que nos interesamos y nos preocupamos por ellos, que tenemos empatía y que estamos concentrados en hacer bien nuestro trabajo.

Y eso no lo podemos hacer cuando un idiota nos amarga la vida.

Así que por todo ello: ¡VÁYASE, Sr. Celaya!


Fuente: https://heraldodeoregon.wordpress.com
Fotografía: www.elperiodicodearagon.com